miércoles, 24 de diciembre de 2014

Blöda.

I'm naked, I'm numb, I'm stupid, I'm staying
And if Cupid's got a gun then he's shooting
Lights black, heads bang, you're my drug, we live it
You're drunk, you need it, real love, I'll give it

So we're bound to linger on, we drink the fatal drop
Then love until we bleed, then fall apart in parts

You wasted your times on my heart you've burned
And if bridges gotta fall then you'll fall too
Doors slam, lights black, you're gone, come back
Stay gone, stay clean, I need you to need me

Now we're bound to linger on, we drink the fatal drop
Then love until we bleed, then fall apart in parts.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Lichter.

Dijo "Berez ez gea bate igualak", esto es, "En realidad no nos parecemos nada".

Y entonces me sentí comprendido. 
Llovía. Cruzábamos el puente.
Le miré
y sonreí.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Parachute.

Soy el noctámbulo infraser que descansa en el masoquismo de la melancolía y su placer al rumiar. Tu yo incompleto, en busca de cerrar con candado puertas que dejaste abiertas al pasar. Soy la antipoesía en los horrores y errores de la noche. Esa que desintegras disparando tinta con pluma estilográfica.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Neck.

Una posición sólida se convierte en gas cuando su ápice roza tu piel.

Y te conviertes en  indistinta piedra noctámbula, estás ahí solo cuando quieres verte, perderte, conocerte.

Sufijo que prefijo en mis versos. Segunda persona del singular individuo que soy.

-te

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El otoño de las hojas no caídas.

Las hojas caen por si solas buscando cobijo en el frío suelo de otoño. Los rayos de sol se muestran más tímidos que cuando vagueábamos en la playa. Desnudando el aire a tu paso, esbozas una sonrisa incomprensible. "Incomprensible porque las hojas caidas como yo recobramos el verde de tus ojos al verla", digo mientras me despierto y veo que aún es verano.

viernes, 25 de julio de 2014

العَنْقَاء

Cenizas de fénix le llovieron mientras se suspendía al filo del pentagrama. El caballero de la tormenta amanecía al eco de fa, sostenido por su aliento a absenta. Absenta que a su paso lamenta pozos y lagos de tropiezos de los que no escarmienta. Ausente en su mente, inhibe el deseo, cada vez más latente, de volver a ser fuerte. Divagó descalzo bajo lejanas hojas de marzo y aligeró el camino al ver por donde vino. Escribió sobre mojado con sangre de aquel roble deshojado. Olió la mañana en la humedad del prado sobre el que postraba lo que anoche hubiera relatado. En su boca consumió un discreto grito, aquello no era lo que creyó haber escrito. El texto sustraía lo que el caballero había inhibido: el sentirse por si mismo querido. Recuerda haberse dormido al ver un ave de rojo plumaje que pasaba inadvertido. Levantose con fuerzas el caballero, cargado de energía, sonriendo al nuevo día. Cenizas de fénix le llovieron a modo de prosa, sin métrica, ni rima ociosa.

sábado, 12 de abril de 2014

Cānda.

Llegas a un punto en el que no ves entre nubes. Condensada la noche, llueve sobre tu espalda, la flagela la memoria. No te arrepientes, únicamente delinquiste al mirar a los ojos y susurrar al oído. Querrás evadirte, pero el pasado lo ves todos los días delante tuyo. Sientes alivio a su lado, nostalgia cuanto más lejos. Escribes con y sin palabras, narras y no hablas.

sábado, 29 de marzo de 2014

Hellifornia.

No es verano. Te sientas sobre el capó del Montecarlo del 64 de tu colega, miras y admiras como el sol se pierde entre dos montes, más allá de la larga autopista que recorréis. Cruzas tus brazos arrugando la camiseta de tirantes gris y teniendo cuidado que tus amarillentos dedos, índice y corazón, no suelten la colilla que no acabas. Ajustas tus gafas y miras hacia arriba: ni una sola nube, será una noche estrellada. Una pena que no tengas ni puta idea de astronomía.
Da igual, te inventas historias enlazando  astros como te apetece. Unos se ríen, se escucha a una pareja gemir, otros beben de la botella de vodka que deja ver su etiqueta azul, gracias al fuego que encendisteis hace 37 minutos.  Los grillos parece que se alegran de vuestra presencia.
Echas una piedra al lago que comparte brisa con vosotros. Pega tres saltos y te quedas varado como una saeta en un patio ajeno, admirando como divagan las olas bajo las luces que columpian la noche.
Cierras los ojos y comprendes que eres una ola más, rompiendo en un mar que la luna marea a su semejanza.
Y las olas rompen en un suspiro por alcanzar la arena cuando la marea no permite cubrirla.

martes, 25 de marzo de 2014

Entropía.

Incierta primavera,
brisa intracorpórea
que habla de postdatas,
néctar de un breve susurro al olvido.

Río que enerva hasta a minerva,
despliega fuerzas en noches
que su corriente lo ausenta.

Casiopea de día, vacío tras vender al sol.
Luz al comienzo del túnel, camino de eco andante

que se aleja

al pasar.